
Al día siguiente Noam Chomsky, filósofo, profesor, lingüista y sabe Dios cuantas cosas más, que había estado presente en la presentación decide hacer una critica del nuevo y póstumo (o casi póstumo) libro de Tom Wolfe. Noam Chomsky se lee el libro en unos quince minutos puesto que no era muy gordo y que él es Noam Chomsky, el puto amo hombre. Total que llega a la conclusión sospechada, el libro es una mierda pinchada en un palo. Por la mente genail de Chomsky pasan las siguientes palabras:
-¿Cómo ostias digo yo que el libro del genial autor de "La hoguera de las vanidades" no vale ni para recoger los excrementos de un caniche?
Al día siguiente la critica aparecía así en el USA Today:
"Cuatro estrellas sobre cinco, el libro es una basura insustancial, vana y vacia tal y como se podía esperar de lo nuevo de Tom Wolfe pero ¿quién diablos soy yo para criticar la obra de alguién capaz de dirigir un avión a control remoto con los dientes? Comprenlo que la portada y la maquetación son más que dignas"
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